Campeón de la Música -- A mi hijo David


Desde las tribunas del estadio, orgulloso, viéndote marchar

con tu saxofón al frente de la banda  


Te distingo, elegante, entre ovaciones

de traje azul de mar engalanado.

Con sombrero imperial vas coronado

al mando de quinientos saxofones!


Te persiguen, rugientes, mil trombones
y el pícolo desfila acompañado
de un tambor que replica, acompasado,
el bravo trepidar de los cañones.

Escucho luego en casa un recital: 
a las teclas del piano, con maestría, 
arrancas increíble melodía.  

¡Eres, hijo, un artista sin igual! 
Concertista genial, un adalid 
¡Y orgullo de tu padre, mi David!

                             Febrero 2006