Soneto, en broma, a señora parlanchina


¡Parlanchina imparable y muy latosa!

No pedimos consejo, y aconseja

quedando como siempre de tonteja.

Mas faltaba decir que es muy chismosa.


Su plática es por siempre desastrosa.

No nos deja ni hablar. ¡No, no nos deja!

Quisiéramos mandarla tras la reja

Y decirle, por fin: ¡No sea enfadosa!


Critica y más critica sin razón,

y no para de hablar, por imprudente,

y así impacienta al resto de la gente.


Queriendo ser el centro de atención

Arruina con sus voces la velada

Y no entiende que mejor se ve callada

                                                                     

                                                                    Hoy, me sonrío al recordar este episodio