Quince años de Maricrís, mi sobrina

A Maricrís en sus quince años


Me parece que fuése solo un sueño

cuando tú, Maricrís, muy cariñosa,

cargabas tu muñeca más preciosa

y arrullabas aquel rorro risueño.


El tiempo vuela con tenaz empeño

cambiándote de niña a flor preciosa,

delicada cual pétalo de rosa,

en tu mundo de dichas y de ensueño.


Por ser tu así, feliz yo decidí,

Celebrar jubiloso hoy, tres de abril,

que eres guapa, simpática y gentil


No cambies, Maricrís, quédate así

¡Conserva esa sonrisa de dulzura

y sigue, como hoy, serena y pura!


Abril 3, 2006