La Fuente de Fortín de las Flores

También para Gladys


En la fuente adornada de azulejos

brotaba un agua alegre y azulada.

Y en esa agua límpida, encantada

creí ver de tu sombra los reflejos.


Entre blancas gardenias, a lo lejos,

creí verte presente, retratada.

Olvidé en ese instante que muy lejos 

olvidaba  lejos.


Para siempre eres dueña de mi amor

Amor sin fin que brinda la alegría

De soñarte presente cuando ausente.


Presente yo te encuentro en cada flor.

Y un pétalo me dice dulcemente

¡Que más que un sueño eres, vida mía!


En el apacible y evocador parque de Fortín, Agosto, 1995